Las personas que se van dejan un vacío que nunca nadie logrará llenar, pero también cuentas pendientes: lo que no les contamos y debimos contarles, lo que no les pedimos y debimos pedirles, lo que nos pidieron y quedó por hacer. Ahora que estoy de recogida en vísperas de la jubilación, revisando el disco duro de mi ordenador, he encontrado un puñado de haikus producto de un taller que celebramos en el instituto allá por el 2011 por empeño de nuestro compañero Rafael Suárez Plácido. Él contactó con la Asociación para el Estudio y la Difusión de la Cultura Japonesa en Andalucía, él seleccionó los textos que aquí aparecen y él me rogó que los subiera al blog de la biblioteca. El ajetreo del curso me hizo posponer su encargo, llegó el verano y lo olvidé definitivamente. Publico ahora el archivo tal como él me lo dejó, con sus correcciones escritas al margen, como sugerencias para que los aprendices las tuviesen en cuenta. Hay algunas pequeñas joyas que han sabido cantar el espíritu de estos breves poemas que tanto amó Rafa. Entre sus autores me consta que hay algunos y algunas que tuvieron una especial afinidad con su profesor de Lengua y Literatura. Sirva esta publicación tardía de homenaje a Rafa, cuya huella está tan presente en sus compañeros y en los chicos y chicas que tuvieron la suerte de ser sus alumnos. Pasen y lean.
Elisa de Armas